"El Infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio".

Italo Calvino. Las ciudades invisibles.

sábado, 5 de mayo de 2012

DIE PUPPE



Die Puppe es la película con la que Lubitsch acaba 1919, año en la que había rodado Madame Dubarry, con Pola Negri y Emil Jannings, que lo consagró como el mejor director europeo del momento y convirtió a la UFA en gran productora internacional.
Inspirada en los relatos de autómatas de Hoffmann, es un raro ejemplo de cómo utilizar para fines cómicos el expresionismo y el slapstick, con el que había tenido mucho éxito con anterioridad.  Sin embargo, los gags poseen escasa efectividad cómica debido a su escasa inventiva, los únicos que me han resultado divertidos han sido los apuntes anticlericales. Es una película sin demasiado interés dentro de la vena burlesca lubitschiana. Posteriormente vendrán empresas de mayor envergadura.
Lo más destacable es el uso de algunos efectos raros,  levemente divertidos, como el uso de la pantalla dividida, la sobreimpresión, las exposiciones múltiples, como el plano donde aparecen muchas bocas.


Lubitsch, hasta 1920, interviene con regularidad en sus propias películas. En esta protagoniza la secuencia inicial, quizás la mejor de toda la película, donde saca un decorado de una maleta, para posteriormente aparecer en él.