Alexander Kluge, cineasta alemán
nacido en 1932, estudió historia y derecho, estableciéndose como abogado tras
su doctorado. Empieza a interesarse por el cine y, tras consultar con su amigo
Theodor W. Adorno, trabaja como asistente de Fritz Lang, amigo de este último y
recientemente vuelto a Alemania de su exilio estadounidense. Participa en el
rodaje de La tumba india, uno de las últimas películas rodadas por Lang.
Posteriormente realiza algunos cortometrajes entre 1960 y 1962. Participa en la
redacción del manifiesto de Oberhausen en la búsqueda de una renovación del
cine alemán. Crea su propia productora financiando las primeras obras de muchos
jóvenes directores. En 1965 rueda su primera película, Anita G., premiada en Venecia y que supone la revelación de una
Nouvelle Vague alemana. Ha publicado numerosos textos y obras sobre teoría
cinematográfica. Desde 1988 se dedicó a la realización de espacios culturales
para televisión, donde profundizó la radicalidad de sus elecciones artísticas.
Como todas las que desarrolla
Kluge, Trabajo ocasional de una esclava cuenta
una historia paradójica, incongruente, sumergida en un mundo alienado. Un
personaje busca con obstinación ser protagonista de su propia vida. En este
caso, una enfermera que realiza abortos clandestinos para mantener a su
familia, formada por tres hijos y un marido químico, que no quiere vender sus
ideas a una empresa, ni trabajar en la Universidad, y que tras la delación de otra
persona que se dedica a lo mismo, pasará a un compromiso político que le llevará
a impedir el cierre de la empresa en la que, por fin, está trabajando su
marido.
Trabajo ocasional de una esclava supone
una profundización en las constantes del estilo ya anunciadas en Anita G.: influencias godardianas,
importancia del montaje, intentos de distanciamiento, rechazo de cualquier
clase de esteticismo, uso de la voz en off, uso de secuencias casi
documentales, toques de ironía, crítica
social, análisis de las contradicciones de los personajes, personajes femeninos
con fuerte carácter …
Siguiendo la
noción brechtiana de la discontinuidad la historia se cuenta de forma
discontinua, entrecortada, en forma de collage, con saltos inesperados, cambios
repentinos en la tensión de las escenas. Una historia que permanece aún vigente,
rodada de forma militante, con rigor ideológico.
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Enlaces interesantes:
En Lumière algunos críticos detallan los acontecimientos más
relevantes del 2011.
Artículo muy interesante en Transit de Adrian Martin .
La estrenaron comercialmente hace tres o cuatro años y sacaron un pack Kluge en España, del que aún tengo mucho por ver. Gran y disfrutable película, con ese componente, como dices, de militancia, que no se queda en el gris panfleto. Potente como lo solían ser las mejores pelis de los 70.
ResponderEliminarNo tenía noticias de semejante pack. He visto que consta de 16 DVDs y tiene una pinta magnífica. Sólo he podido ver "Anita G." y "Die Macht der Gefühle". De las tres me quedo con "Trabajo ocasional ...". Todavía se me vienen flashes de las imágenes que muestran el aborto que realiza la protagonista.
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