"El Infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio".

Italo Calvino. Las ciudades invisibles.

jueves, 30 de diciembre de 2010

LAS MEJORES DE DICIEMBRE

  • Poesía (Lee Chang-dong, 2010)
  • Mal día para pescar (Álvaro Brechner, 2009)
  • La red social (David Fincher,2010)
  • El secreto de Kells (Tomm Moore, 2009)
  • Tiburoneros (Luis Alcoriza, 1963)
  • 24 City (Jia Zhang Ke, 2008)
  • Un lac (Philippe Grandrieux, 2008)

martes, 28 de diciembre de 2010

UN LAC

La nieve cae ahora con mayor intensidad,

la manga blanca de tu abrigo se vuelve blanca,

la manga de mi abrigo se vuelve blanca.

Están entre nosotras como puentes nevados.

Pero los puentes nevados están helados.

Aquí dentro hay vida y calor.

Debajo de la nieve tu brazo cálido

es un dulce peso sobre el mío.

Nieva sin cesar

sobre puentes silenciosos.

Puentes que nadie conoce.

Tarjei Vesaas

Philippe Grandieux empieza a rodar Un lac tras leer a Tarjei Vesaas, un autor noruego, atrapado por sus historias del norte, sus paisajes, las sensaciones, la luz. Una historia simple: una familia y un extraño que llega. Lo que cuenta es el gesto, el sonido, la reconstitución de un espacio primitivo, primordial, esencial. Película que viene a cerrar la tenebrosa trilogía sobre la violencia del deseo iniciada en 1999 con Sombre y prolongada en 2002 por La vie nouvelle.

Philippe Grandieux hace sentir las tensiones, las energías, las intensidades, lo que circula por el interior de sus personajes. Y está el lago, más que una imagen, una sensación, que contiene el frío, la nieve, el aire, el viento. La escena inicial, con el protagonista derribando un árbol con un hacha, de una brutalidad magnética, resume la radicalidad del cine de Grandieux, un cine que roza lo experimental, con un uso de la luz audaz y cuya austeridad fascina.

Todo transcurre alrededor de este lago, lugar psíquico, decorado de gran belleza que no esta filmado como un decorado. Circunscrita a este cuadro único y primitivo, que parece venido del fondo de los tiempos, un país de nieve y de bosques, una casa como un monolito plantado al borde de un lago, la cámara registra, con calma, de forma casi rudimentaria, casi muda, el flujo continuo que abraza los cuerpos y el entorno.

Claro ejemplo de cómo una película no es sólo un guión filmado, de que no hay separación entre la escritura y el rodaje. La película se parece al guión, pero de forma intuitiva, no en el sentido de una ejecución.

lunes, 27 de diciembre de 2010

24 CITY



"Se tenga suerte o no, deja huella el afán"
Yeats

En el momento en que una ciudad obrera se transformas en residencia de lujo, 24 city, los proletarios que la habitaban evocan su juventud en la China de Mao. Un falso documental simbólico, emotivo y espectral.

Película tras película, Jia Zhangke está construyendo una obra considerable en la que observa la gigantesca mutación que está sufriendo su país, ya sean políticas, sociales, geográficas, urbanas, mentales; habla del pasado, del presente y también del futuro de su país. Ahí están Still life, Platform, Unknown pleasures, The World, Pickpocket, Useless, para explicar las contradicciones de una China que avanza hacia la industrialización y la modernidad, para mostrar la tensión entre lo antiguo y lo nuevo. 24 city, homenaje a la clase trabajadora, toma la forma de una serie de entrevistas con gentes de todos los sexos y de todas las edades que de una forma o de otra están ligadas a esta transformación inmobiliaria. Cada testimonio documenta un aspecto particular de los cambios de un país y como influye sobre sus ciudadanos. Pero no sólo rueda esta serie de entrevistas. Entre ellas sitúa largas secuencias mudas en las que captura el desmantelamiento de la fábrica, sus hangares vacíos, sus muros decrépitos. Con gran laconismo y sentido plástico Jia Zhangke muestra una mutación: la que deja atrás los últimos vestigios agonizantes de la era maoísta y se transforma en la nueva China comunista-liberal.

Como en Still life, aunque de forma menos introspectiva y con una fotografía menos conseguida, Jia Zhangke se sirve de un hecho real para filmarlo con su mirada de artista, integrando pequeñas dosis de ficción al igual que añadía efectos especiales en la materia documental de la que estaba hecha Still life, relacionando en un mismo gesto los seres y los lugares que han habitado, las pequeñas historias y la gran historia, las anécdotas íntimas y los grandes movimientos sociopolíticos. Todos los testimonios, sean verídicos o inventados, de actrices profesionales o verdaderos operarios de la fábrica, están filmados frontalmente. Una austeridad reivindicada por el cineasta, que quiere focalizar la atención del espectador sobre las palabras.

martes, 7 de diciembre de 2010

LAS MEJORES DE NOVIEMBRE

  • Akai Satsui (Shohei Imamura, 1964)
  • Recordaçoes da casa amarela (Joao Cesar Monteiro, 1989)
  • Tres dies amb la familia (Mar Coll, 2009)
  • Thérèse (Alain Cavalier, 1986)
  • Häxan (Benjamin Christensen, 1922)